martes, 14 de abril de 2009

"La Adolesencia"


La adolescencia es la etapa de la vida que se inicia con la pubertad, la madurez fisiológica, y termina en el status social de adulto.
Mientras para unos no pasa de ser una etapa más, con la misma cantidad de problemas que otra etapa de la vida, para otros es un período caracterizado por grandes oscilaciones en el comportamiento.El proceso de independencia de los padres, es decir, la separación del núcleo protector que supone la vida familiar, se produce de una manera progresiva. Los jóvenes se vuelven más críticos y sienten la necesidad de analizar y de enjuiciar a los adultos. Las respuestas que antaño les satisfacían ahora ya no, y necesitan oponerse para reafirmar su personalidad.El adolescente aún no tiene control total de sus impulsos los que en esta etapa están en plena ebullición, y muchas veces los padres no pueden aceptar dicha situación y tratan de imponérseles de manera rígida, lo que genera en el joven una reacción de mayor rebeldía y oposicionísmo creando mayores conflictos. Conflictos a los que no debe temérseles, son un llamado de atención. Es, en este importante proceso, en que los padres deben estar atentos para ayudar al joven y disminuir así algunos riesgos propios de esta etapa.Los jóvenes frecuentemente se aíslan porque necesitan espacio para ellos solos, para pensar. De hecho, frecuentemente escuchan la música que les gusta, ponen en sus habitaciones fotos de sus cantantes favoritos y no les agrada compartir almuerzos familiares y recibir familia en casa. Más aún, ellos desean que esos espacios les sean respetados, sin embargo, ello no implica que los padres no les impongan reglas ni les exijan cumplir con sus obligaciones. La resistencia a la norma familiar forma parte del conjunto de comportamientos normales del joven, y los padres no debieran darles tanta importancia ni modificar sus costumbres.El adolescente tiene como mayor deseo el sentirse libre, el ser dueño de sí mismo, de ser distinto, es por eso que frecuentemente observamos cambios en su vestimenta, cambian su apariencia, comienzan a usas aros, piercings etc. sin embargo, este es un período de mucha ambivalencia no son “ni grandes, ni chicos” o mejor dicho a veces se sienten grandes y en otras ocasiones se sienten pequeños por lo que sus conductas llaman la atención y generan en los padres reacciones de rabia cuando no hacen lo que esperamos de ellos.